El sábado tuve la boda de una de mis más grandes amigas y la verdad que aún sigo arrastrando unas tremendas agujetas en las pantorrillas que no me dejan seguir con mi día a día.
Pasamos toda la noche bailando como locos y la verdad que fue sencillamente perfecta.
Ahora toca asumir y vivir con las consecuencias de "darlo todo" ese 20 de Octubre que jamás olvidaré.
Me entraron ganas de ser ella y no yo, de estar allí y no aquí. Pero eso sí, con mi novio y/o marido y no con el suyo.
Con todos mis respetos,
¡no cambio a mi oso por nada del mundo!
Gracias Carlos & Eli por regalarnos ese magnífico día.
¡Os deseo lo mejor de lo mejor!
La boda fue decorada por LUZIO y lo cierto es que quedó preciosa.