Los cáncer se caracterizan por ser imaginativos, muy sensibles, maternales, protectores, perseverantes, ambiciosos y contradictorios. A veces también, caprichosos y maniáticos.
Para llevarse bien con ellos es necesario respetarlos, internar comprenderlos y transmitirles seguridad.
Por el lado positivo, los cáncer son emocionales, cariñosos, defensores, ingeniosos y simpáticos. Tienen muchísima iniciativa e intuición.
Por el lado negativo, tienen tendencia al mal humor. Son calculadores, desordenados y auto compasivos. Cambian continuamente de estado de ánimo y son demasiado susceptibles.
A los cáncer les gusta la fiesta y disfrutar de sus aficiones. También les encanta el romance.
No les gusta el fracaso, los consejos o las situaciones conflictivas. Tampoco las personas que les lleven la contraria ni que les digan qué tienen que hacer.
Los cáncer son conservadores y les encanta la seguridad y el calor de su hogar. La casa de un cáncer tiende a ser su refugio personal más que un escaparate para deslumbrar a los demás. Entienden que hay momentos para ser sociable y otros para ser solitario.
Desde fuera parecen decididos, resistentes, tercos, tenaces y energéticos. No obstante, los que les conocen desde la intimidad pueden ver un tipo de persona totalmente distinto; alguien sensible sobre todo hacia las personas a las que quieren.
Saben identificarse con la situación de los demás por su gran capacidad imaginativa. A veces son demasiado fantasiosos y pretenden construir su vida según un ideal romántico.
Les gusta el arte, la música y la literatura y, sobre todo, las artes dramáticas y la acción. Poseen un talento literario y/o artístico considerable.
Su reto personal consiste en reconciliar su conflicto interno. Por una parte les encanta ser extrovertidos, por otra tienen tendencia a retraerse. Si logran conciliar ambos lados, son capaces de inspirar toda una generación.
Viven condicionados por sus recuerdos del pasado y por su imaginación del futuro.
¡Besos y Abrazos!
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